Hay días que se alinean los planetas y todo cuadra. Generalmente, cuando esto pasa, no lo sabes reciente levantado, es algo que va ocurriendo a lo largo del día y hace que cuando te acuestes por la noche tengas una sonrisa de oreja a oreja y la sensación de ser una persona muy afortunada. Eso nos pasó a nosotros el día que hicimos esta
ruta que iniciamos en el aparcamiento
Puerto de Cotos de Madrid.
Datos prácticos de la ruta
Inicio de la ruta: aparcamiento Puerto de Cotos. La ruta es circular. La distancia total que recorrimos andando (incluyendo, como no puede ser de otra manera tratándose de nosotros, las distancias recorridas por equivocarnos de camino) fue de 12 km. Pero la ruta, sin torpezas como las nuestras, se puede hacer en unos 10 km.
Hicimos la ruta con
raquetas de nieve. Aunque no sea un camino indicado específicamente para ello, si ha nevado, como era nuestro caso, es perfectamente adaptable ya que no tiene fuertes pendientes de bajada o de subida y discurre por zonas boscosas amplias. Hay algunos tramos que si la nevada no es muy importante tiene demasiada piedra en el suelo para el uso de las mismas.
El desnivel acumulado del trayecto ascendió a 890 metros y el tiempo que tardamos en hacer la ruta completa fue bastante elevado, teniendo en cuenta la distancia, ya que incluyó muchos tiempos de parada no solo por las fotografías, que también, sino porque tuvimos maniobras para ponernos y quitarnos raquetas, y también porque el ritmo de caminata con nieve y raquetas no es el mismo que el senderismo en otras circunstancias. En total, desde que salimos del coche hasta que llegamos de nuevo al mismo punto fueron 5 horas.
Esta ruta está descrita en internet en varios lugares como
RP-6. Comentar que las señalizaciones han sido actualizadas y ahora estos letreros no los encontraremos, tendremos que estar pendientes de
RV9 (os dejamos
enlace a la página del Parque donde ponen el cambio de nombre de los senderos)
Si vais a realizar esta ruta en época de nieve os recomendamos que madruguéis bastante. El aparcamiento de Cotos no es muy grande y se llena, generalmente, antes de las 10 de la mañana. De todas maneras, para realizar este paseo también os vale aparcar en la estación de Valdesquí, por si encontrarais el primer aparcamiento lleno.
En 2017 se puso en marcha un servicio de autobuses que salía del pueblo de Rascafría (zona del Paular) y llevaba al Puerto o la Estación de Valdesquí, pero en 2018 este servicio se ha cancelado. Una pena.
Una vez dicho esto, comenzamos con la descripción de esta ruta, que fue la responsable de que nos lleváramos un día perfecto de montaña de recuerdo. Pocas veces, subiendo a la montaña en invierno, tienes la suerte de disfrutar de nieve abundante, recién caída, esponjosa, limpia, con un día despejado y de buena temperatura. Y nosotros, cuando todo auguraba que íbamos a tener frío, niebla y poca nieve, fuimos sorprendidos por unos paisajes que podéis ir viendo en las fotografías. ¡Una pasada!
La ruta
Aparcamos en el Puerto de Cotos. Lo hacemos sobre la 10 y algo. Cuando pasamos por la carretera que lleva hasta allí, a la altura del pueblo de
Rascafría, vemos un cartel en el que pone que está completo el parking arriba. Nosotros a pesar de ellos subimos con la esperanza de un milagro o, si no, de acercarnos al de Valdesquí, que como os decíamos también valdría para realizar esta ruta. Pero la primera grata sorpresa que nos encontramos es que en Cotos aún quedaban varios sitios libres. No suele ser normal a esas horas…
La semana previa a ese sábado se supone que habíamos sido víctimas de una ola de frío siberiano, y en la sierra madrileña lo único que había causado eran temperaturas bajas, hielo y nada de nieve. Por suerte, dos días antes del fin de semana, sobre todo el viernes, cayó una bonita nevada que consiguió transformar el paisaje para que lo pudiéramos disfrutar.
Una vez aparcados, cogemos mochilas y las cargamos con
raquetas, bastones, cámaras,
GPS y todos los demás accesorios. Y, como si fuéramos serpas, comenzamos el camino.
Hay que coger la carretera que lleva desde
Cotos a Valdesquí. Sale frente a
Venta Marcelino. No tiene pérdida, es una carretera perpendicular a la que habrás llegado y que lleva directa a Valdesquí en 2,8 km.
Cogéis la carretera en dirección a la estación durante 800 metros (si venís desde Cotos). Pasados esos metros veréis que, si fuerais caminando por el arcén izquierdo, sale un camino a la izquierda, por el mismo lado que vais, tiene una especie de valla y un cartel que pone atención. Es un camino ancho, que no os va a hacer dudar. De hecho, en el arcén derecho encontraréis que hay hueco donde caben como unos 3 coches. Pues tenéis que meteros por ese camino ancho para comenzar el paseo por la montaña.
En el caso de que tuvierais que aparcar en Valdesquí, tenéis que coger la misma carretera que une Cotos-Valdesquí, por la que habéis llegado, y bajar 1,8 km más o menos. En este caso, deberíais ir caminando por vuestro arcén izquierdo y el camino quedaría a vuestra derecha cruzando la carretera.
Una vez cogido el camino, que no tiene pérdida, y para que lo digamos nosotros imaginad si tiene que ser claro, ponemos rumbo al Refugio del Pingarrón. Vamos a ir siguiendo la señalización de las balizas blancas y amarillas.
Nosotros, nada más salir de la carretera nos ponemos las raquetas. Ahí es donde se nos va bastante tiempo de la ruta, ya que era la primera puesta de la temporada y no las teníamos ajustadas, ni estábamos entrenados después de tantos meses sin tocarlas. (Aún recuerdo
nuestra primera experiencia con las raquetas, cada vez que me las voy a poner, y me da la risa)
El día tenía una temperatura muy buena, finalmente estuvo despejado, poco viento y alguna nube que amenazó durante el comienzo con la niebla, pero que en nada de tiempo dejo el paisaje precioso.
Una vez entréis por la valla, no hay pérdida, hay que seguir todo recto, es una espacio ancho, una explanada donde, en nuestra visita, había gente con trineos a pesar de no tener casi pendiente.
Una vez en el refugio salen dos especies de caminos. En ese punto, a pesar de haber estado antes para visitar la ruta de la Poza de Sócrates, lo habíamos olvidado, y por error cogimos el primer camino pegado al refugio que te devuelve a la carretera. Pues ese no es. Hay que coger el camino que se ve un poquito más abajo del refugio. En apenas unos minutos os llevará al
Arroyo de las Guarramillas, ubicado en una preciosa explanada, con un puente de madera y que ofrece una estampa preciosa.
Es un lugar en el que seguro que os gustará parar para hacer alguna foto. Desde el inicio de la ruta hasta aquí, sin desviarse, puede haber unos 35 minutos como mucho.
En este punto, hay que cruzar el puente y girar a la izquierda (está señalizado). Nosotros antes de hacer este giro a la izquierda, tiramos para la derecha, que si os apetece está muy bonito, pero por ahí no va la ruta. En nuestro caso, tras desviarnos y sacar alguna foto, volvemos al punto que os comentábamos y una vez cruzado el puente giramos a la izquierda.
Esto nos lleva por un camino con una ligera pendiente, a nuestra izquierda va quedando por abajo el Arroyo Guarramillas y podemos ver desde arriba la
Poza de Sócrates, de la que
ya os hablamos ligeramente hace un tiempo. Del momento en el que la vimos en época primaveral. La Poza de Sócrates estando todo nevado parece poco accesible, pero en primavera puedes bajar hasta a refrescarte (no sabemos si está permitido el baño). Desde arriba parecía medio helada, pero se entremetía tanto la maleza que no vimos la posibilidad de sacar una foto en condiciones. Seguimos el camino…
Estaba todo precioso. Las raquetas resultan unas divertidas compañeras de ruta. Aunque hay zonas donde la nieve no está demasiado densa, en la mayor parte del trayecto nos han dado mucha seguridad y comodidad.
Tras un rato subiendo por el camino llegaréis a una zona con unas vistas maravillosas sobre la
Sierra de Madrid. Siempre atentos a las
balizas amarillas y blancas y las señales de RV9. Seguimos el camino, como veis todo está precioso. El sol empieza a calentar un poco y la nieve a caer de algunas copas de los árboles…
En este tramo comenzamos un ligero descenso que llevará hasta una bifurcación con unos carteles. Para que os hagáis una idea, en este punto aparece un cartel que pone “Puerto de Cotos casi 3 km”. Es decir, eso es lo que llevaremos andado hasta ese lugar, y ya estaréis encantados. Luego habrá un cartel que indicará hacia la derecha Cabeza de Hierro, dos kilómetros y algo y otro cartel que indica hacia la izquierda que pone Rascafría 15 km. Cogemos dirección Rascafría.
Una vez tomada esa dirección, a unos metros encontraremos otro cartel, en él, dirá algo así como “Atención…”, estaremos comenzando una bajada que nos llevará al
Arroyo de las Cerradillas.
Esa corta bajada fue, probablemente, la más pesada para hacer con raquetas. Un terreno con pendiente y bastante piedras de fondo, había nieve pero no una capa tan densa como para que no fuera la raqueta inestable. Pero al llegar abajo encontramos el bonito paisaje con el arroyo y un nuevo puente de madera que hay que cruzar.
Al cruzar el puente seguimos por la izquierda como si fuéramos al lado del cauce del arroyo. Iremos siguiendo el camino y cruzando algún puente más tipo pasarela. Nosotros encontramos un paisaje lleno de nieve en el que pudimos
abrir huella.
Nieve limpia, a estrenar. Pinos a los lados, que parecían formar un paisaje alpino de ensueño, donde hundir raquetas y bastones. Un sol y un cielo azul… Realmente precioso y sin gente.
Cuando salimos de la parte de
bosque más cerrado, al poco de cruzar el tercer puente, empezará una bajada más larga, por un camino bastante ancho. Esa hay que tomarla recta hasta que aparece bifurcarse en una curva (no un cambio de sentido), curva hacia la izquierda.
Lo decimos porque antes de llegar a ese punto, sale a la izquierda un camino, donde claramente sobre un tronco hay una señal que dice que por ahí no continua la ruta amarilla y blanca (marcando una “x” en ambos colores) y también hay una especie de cartel oxidado. Nosotros giramos ahí por error (somo muy de ignorar las "x") y recorrimos ese camino durante un kilómetro y algo entre ir y volver.
Está claro que, en general, las personas de bien interpretan correctamente las "x" que encuentran en su camino, porque por ese tramo que recorrimos por error nadie había pisado, al menos, en las últimas 12 horas. La nieve era una alfombra, y solo se veían las huellas de algunos animales que jugábamos a adivinar. Había una que dudábamos entre liebre o corzo; sí, ese es nuestro conocimiento de la fauna.
Volvemos a la ruta, seguís la bajada ancha pasando de largo del cartel oxidado y el tronco que indica que por ahí no es, y unos metros más abajo, encontraréis la bifurcación. Nuestra ruta continúa por la curva que gira hacia la izquierda e inicia una ligera subida, de hecho, al poco de tomarla, si prestáis atención, empezaréis a escuchar el ruido de la carretera, que ya estará cerca.
En esa curva comienza la pendiente, no es muy pronunciada pero desde aquí hasta la vuelta al coche va a ser cuesta arriba.
Este camino lleva hasta la carretera. La carretera por la que habremos pasado en coche o en autobús de Rascafría hasta Cotos. La ruta continúa cruzando la carretera y adentrándose de nuevo en la zona de montaña. En nuestro caso era bastante tarde y, dada nuestra tendencia a perdernos, decidimos continuar por la carretera porque había necesidad de comer algo y eran las 15:00 pasadas.
Es decir, desde la carretera nosotros subimos pegados al margen izquierdo (tras quitarnos las raquetas, por supuesto) hasta el aparcamiento. Más o menos, son unos 3 km, con un desnivel del 6%, eso lo sabemos con exactitud, porque ya se encargaban las señales de recordárnoslo.
Lo suyo habría sido volver por el interior, que no era más que seguir el camino que te devuelve al aparcamiento por el otro lado de la carretera. El camino por la carretera que recorrimos, es más que prescindible, no es un buen sitio para volver porque encima no hay casi arcén, así que en eso no nos copiéis. Al menos a las 15:00 estaba todo el mundo comiendo y no pillamos prácticamente tráfico.
Es una ruta preciosa, al menos con el paisaje nevado. Entendemos que con el deshielo en primavera, teniendo en cuenta la cantidad de arroyos que hay, también tiene que ser un paseo muy bonito. Otro día, empezaremos por el lado de la ruta que no recorrimos para ver, e investigar, esos 3 km que nos perdimos.
Creemos que no es uno de los itinerarios más conocidos, pero, en cambio, nos parece chulísimo y accesible. Si queréis usar las raquetas es un buen lugar, siempre y cuando haya nevado abundante, claro. Si vas en familia no es necesario hacerte ese recorrido completo, si llegas hasta el Arroyo de Guarramillas y la Poza de Sócrates, de la que hablaremos más en primavera, hay paisajes preciosos y no habrás caminado más de 40 minutos. Si eres de los que le gusta ampliar a una ruta un poco más cañera, tienes la opción de coger el desvío hacia Cabeza de Hierro y subir la montaña…
Ahora, debemos deciros algo, abrir huella está muy bien, pero las agujetas que provocaron fueron también de las buenas…
Por cierto, si estáis interesados en alguna otra ruta desde Cotos, nosotros realizamos también
la subida a la Laguna de Peñalara, en aquella ocasión sin raquetas, por si os pudiera interesar.
Y si habéis llegado hasta el final de la entrada y estáis pensando que no hay quién se entere de cuál es el itinerario de esta ruta es normal. Hemos intentado dar datos que puedan orientar (acompañado de las imágenes), pero seguro que una vez allí todo esto que ahora parece un chiste lo veáis con más claridad y empiece a encajar (esperamos). A nosotros nos suele pasar. Siempre que leemos entradas sobre rutas vamos al destino con una incertidumbre infinita, ¿Había que girar en el tercer pino o en el quinto? ¿En la bifurcación la roca quedaba a la derecha o la izquierda?. Algunos estaréis pensando que por qué no ponemos el track de la ruta, ya que llevábamos GPS. En 2018 seguimos sin saber usarlo bien... (qué personajes estamos hechos...)
¿Qué os ha parecido? Si conocéis alguna ruta, tanto para hacer con raquetas, o sin ellas, que pueda ser curiosa, bonita, interesante y os apetece comentárnosla estaremos muy agradecidos.
¿Tienes planes hoy?