Amberes es la ciudad belga conocida por su puerto, los diamantes y la moda. Una ciudad que a nosotros nos sorprendió gratamente en nuestra visita fugaz. Forma parte de nuestra escapada de 4 días a Bélgica.
Y es que Amberes es una ciudad con bonitas calles que están adornadas con esculturas, se encuentra bañada por el río Escalda, que tiene salida al Mar del Norte, lo que hizo que fuera un puerto responsable de la prosperidad de la ciudad a lo largo de la Historia.
Y es que Amberes es una ciudad con bonitas calles que están adornadas con esculturas, se encuentra bañada por el río Escalda, que tiene salida al Mar del Norte, lo que hizo que fuera un puerto responsable de la prosperidad de la ciudad a lo largo de la Historia.
STATION ANTWERPEN-CENTRAL: "La Estación"
La estación de Amberes, a la que se llega si accedes en tren a la ciudad, es realmente impresionante, considerada una de las más bonitas del mundo.
Es importante, si vais a viajar allí, que tengáis en cuenta que Amberes es la traducción al español de Antwerpen , y que si lo intentas pronunciar, como intuitivamente a ti te parece que debería sonar, no te entenderán. Nosotros lo intentamos y fue más efectivo decir “Amberes”.
El edificio es de finales del s.XIX y principios del s.XX. Tanto el exterior como el interior resultan realmente bonitos. Tienen un aire palaciego, la cúpula de cristal, el mármol, las barandillas…
Un lugar realmente bonito y que los belgas conocen directamente como “La estación”, que suena a algo así como “la estación sobre cualquier otra estación, madre de todas las estaciones del mundo mundial”... (que no sabemos si realmente es eso lo que quieren expresar).
A finales de los años 90 se amplió para incluir los trenes de alta velocidad.
Nada más que salgáis de su interior podréis contemplar la fachada externa, que no desmerece al interior, como os decíamos. En sus alrededores se encuentra el Zoológico de Amberes.
También en el entorno se encuentra el barrio de los diamantes, lleno de joyerías y el Museo del Diamante, para los que podáis estar interesados.
Amberes es conocida los diamantes, allí encontraréis numerosos negocios directamente relacionados con esta joya, muchos regentados por judíos. En nuestra experiencia, un domingo, no había actividad comercial.
Desde la estación hasta la zona central de Amberes habrá unos 10-15 minutos andando. Para dirigirnos hacia allí vamos por la Calle Meir.
CALLE MEIR: una avenida comercial rococó
En apenas unos minutos escasos desde la estación, te encuentras en esta calle peatonal. Una calle conformada por edificios rococó que en sus bajos albergan comercios de todo tipo. Desde marcas comerciales conocidas hasta algunas locales.
Los edificios son del s.XVIII y XIX principalmente, líneas algo recargadas propias del estilo arquitectónico. Tenía pinta de ser un lugar de paseo, una vía principal de la ciudad, pero en la mañana del domingo temprano, las tiendas permanecían cerradas, y éramos pocos los que paseábamos por allí. Lo que viéndolo positivamente nos permitió poder observar mejor los detalles de la calle.
PLAZA GROENPLAATS: Rubens divisándolo todo
Si hay un ciudadano trascendental de Amberes, ese es Rubens, que a pesar de nacer en Alemania, su familia era de origen flamenco. Pasó parte de su carrera artística ligada a esta ciudad, que además le vio morir y alberga sus restos en ella. En esta plaza el centro lo preside una escultura que lo homenajea.
Este es un lugar amplio y abierto que ofrece unas bonitas vistas de la catedral. La plaza la forman multitud de casas gremiales, con esos tejados característicos en Bélgica, en forma de escalera y que, hoy por hoy, conforman un conjunto, sobre todo, dedicado a la hostelería, con múltiples terrazas y bastante animación.
GROTE MARKT: la respuesta al origen del nombre de la ciudad
Si algo pudimos comprobar en nuestra corta escapada a Bélgica fue que en las Grote Markt de las ciudades flamencas que visitamos se encontraba, aparte del corazón de las ciudades, una bonita imagen. Partiendo de la de Bruselas, probablemente la plaza más espectacular que nunca hayamos visto, hasta la de Amberes.
En el centro de la Grote Markt de Amberes está la Fuente de Brabo, de bronce, que simboliza el origen del nombre de la ciudad, en flamenco, Antwerpen cuyo significado sería algo similar a “lanzamiento de mano”. En ella podéis encontrar a una mujer que simboliza a la Diosa Justicia y encima a Brabo, un soldado romano que liberó a la ciudad de un gigante que tomaba el rio Esclada, y todo aquel barco que entrara o saliera de la población era obligado a pagar un peaje ¿Qué pasaba si no pagabas? Que el tremendo gigante te cortaba la mano. Esto pasó hasta que un soldado dió el “Basta” por respuesta, se enfrentó al gigante y, tras matarlo, le cortó la mano y la tiró al río. Esta es la leyenda sobre la que se sustenta el nombre de la ciudad.
Es por ello que aparece en la parte superior de la escultura el soldado con la mano del gigante justo antes de lanzarla al río.
En la Grote Markt se encuentra el Ayuntamiento de Amberes, un edificio en el que llama la atención, aparte de su arquitectura, la colección de banderas que luce en la fachada en algunas ocasiones, (en nuestra visita el ayuntamiento en cambio no tenía nada más que 4). Su origen data del s.XVI, aunque sufrió daños en el incendio que se produjo en el saqueo de Amberes, conocido como Furia española.
La plaza empedrada está conformada por casas gremiales. Es de gran amplitud, y en ella turistas y habitantes se entremezclan con las calesas multicolores. En ella podéis encontrar la Oficina de Turismo.
Esta plaza nos lleva a otra más pequeñita pero con cierto encanto y que será la que posteriormente dará entrada a la Catedral. La Plaza Handschoenmarkt.
PLAZA HANDSCHOENMARKT: Plaza del Mercado de los Guantes
Esta plaza triangular nos pareció que tenía mucho encanto. Un rincón pequeño que contrasta con las dos plazas aledañas Groenplaats y Grote Markt, pero que resultaba un rincón muy bonito. Terrazas, casas y un pozo en el lateral, cuya parte superior de hierro forjado tiene de nuevo la figura del valiente soldado que venció al gigante con la mano en alto. Además, desde aquí se da paso a la entrada de la Catedral de Nuestra Señora, la Catedral de Amberes.
CATEDRAL DE AMBERES: la más grande de Bélgica
De estilo gótico brabanzón, está incluída dentro del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Construída entre el s.XIV al XVI, en éste último fue cuando pasó a considerarse catedral. Destaca su torre de 123 metros.
En su interior se encuentra una de las consideradas 7 maravillas de Bélgica, el “Descendimiento de la Cruz de Rubens”, entre otras tantas obras de interés.
A lo largo de la Historia, este templo sufrió numerosos saqueos en los que perdió grandes obras artísticas, así como sufrió daños materiales importantes. Hoy por hoy, es una auténtica joya no solo en Bélgica, sino en Europa.
CASTILLO HET STEEN: el castillo de la ciudad
A orillas del río Escalda, y a pocos minutos andando del centro, reposa el castillo de Amberes. El río Escalda parece de color chocolate y ha sido trascendental para la trayectoria histórica de la ciudad.
Nuestra visita apretada no nos permitía entrar en el interior de la fortaleza, así que nos conformamos con divisarlo desde fuera. Su nombre deriva del material de construcción, la piedra.
Los primeros vestigios de fortaleza datan del s.VII, aunque se considera que el castillo como tal data del s.XII. Durante muchísimos años, su función fue principalmente de prisión, aunque no fue la única.
Antes, os hablábamos de la leyenda del gigante que cortaba las manos de los marineros que cruzaban el río para entrar o salir de Amberes. Pues, esa misma leyenda dice que el Gigante vivía aquí, de ahí la escultura que encontraréis, y que a nosotros nos recordó bastante a Guilliver y los liliputienses.
Los primeros vestigios de fortaleza datan del s.VII, aunque se considera que el castillo como tal data del s.XII. Durante muchísimos años, su función fue principalmente de prisión, aunque no fue la única.
Antes, os hablábamos de la leyenda del gigante que cortaba las manos de los marineros que cruzaban el río para entrar o salir de Amberes. Pues, esa misma leyenda dice que el Gigante vivía aquí, de ahí la escultura que encontraréis, y que a nosotros nos recordó bastante a Guilliver y los liliputienses.
El Castillo Steen se encuentra en el paseo con el mismo nombre, un paseo que transcurre paralelo a la ribera del río, algo que casi en cualquier lugar es un atractivo, y en el caso de Amberes, además, se pueden divisar diferentes tipos de embarcaciones.
PARQUE STADSPARK: el triángulo verde de Amberes
Donde hoy se encuentra este parque antes había una fortificación española. Con 14 hectáreas, este pulmón para la ciudad se convierte en un lugar de paseo y relax. Está limitando con el barrio judío. En Amberes existe una importante comunidad de judíos ortodoxos.
Patos, cisnes, conejos, impresionante la cantidad de estos últimos que vimos campando a sus anchas… todos ellos pasean alrededor del lago que tiene esta explanada verde rodeada de árboles de diferentes especies. Un buen lugar para relajarse un rato en la ciudad flamenca.
CALLEJEAR: pasear sin rumbo fijo
Como hemos comentado en otras ocasiones, fuera de puntos clave en un itinerario y, a pesar de que, en este caso, fue una visita un tanto ajustada de tiempo, durante un rato nos dedicamos a callejear para dejarnos llevar y sorprender por detalles y rincones que forman parte de la ciudad.
Lugares para nosotros desconocidos, en los que nos gusta sumergirnos aunque no sepamos muy bien hacia dónde vamos. A veces con más acierto, y otras con menos, pero siempre hay alguna sorpresa y una forma de hacerte una idea más general del lugar que se visita.
En Amberes nos topamos con bastantes bares, con calles y tranvías, y llegamos hasta la fachada del Teatro Bourla, en pleno barrio de la moda. A su alrededor todo parece mucho más moderno, lo que aún lo hace resaltar más. Nos sorprendió con una fachada elegante y circular adornada en la parte más alta con esculturas que simbolizan a las musas, y debajo los bustos de dramaturgos y autores clásicos…
Es uno de los ejemplos de esas cosas que aparecen en un paseo improvisado…
Y NOS QUEDARON COSAS…
Siempre quedan cosas, viajar como turista a un destino siempre hace que te dejes algo en el tintero. Generalmente, en las visitas express te queda pendiente el poder relajarte a disfrutar de la gastronomía, el sentarte en un banco y ver pasar la vida, sus tiendas, espectáculos… pero además, se nos quedaron lugares populares como la Casa de Rubens, la Iglesia de San Carlos Borromeo (barroca) y con obras de Rubens, la Iglesia de Santiago que tiene en su interior los restos del famoso pintor. O museos, que Amberes tiene varios (Moda, Diamantes). El que a nosotros más nos podría llamar la atención sería el Museo Plantin Moretus, que contiene la imprenta en funcionamiento de la época renacentista y barroca patrimonio de la Humanidad (es que somos muy de ver imprentas, no nos perdemos una… ¡Perdón por la chorrada! en serio, nos habría gustado ir).
Esas cosas pendientes son las que siempre uno utiliza como excusa para volver, una forma de autoconsolarse cuando no se tiene la oportunidad, por los motivos que sean, de poder dedicar más tiempo al viaje.
En nuestro mini-recorrido por Bélgica pudimos ver ciudades preciosas con una arquitectura muy particular. Nos resultó un destino muy atractivo en el que disfrutamos mucho durante nuestra escapada.
Con esta entrada sobre nuestra visita a Amberes, terminamos con nuestra experiencia en la escapada de 4 días a Bélgica. Si queréis saber más sobre este viaje: