29 de septiembre de 2013

Castrillo de los Polvazares: un bonito paseo maragato

¡Oficialmente ha empezado el otoño! Sí, tal y como parece, lo decimos con emoción. Algo tiene el otoño que a mucha gente no le gusta, que si es triste, nostálgico… A nosotros nos encanta. Cuando llega el otoño se entra en una etapa de transición donde empiezas a poder cambiar algunos hábitos. Salidas a otras horas, paseos sin calor, cambio de ropa, cambio de luz, transformación de paisajes, la cámara fotográfica se vuelve loca. Y las temperaturas generalmente son suaves, no hace ni mucho frío ni mucho calor. Lo que llevas viendo durante meses comienza a transformarse lentamente…

Castrillo de los Polvazares

Además, con el otoño llega el momento de empezar a hacer otro tipo de turismo, largos paseos, escapadas a la naturaleza, la explosión de los hayedos (como  los populares Montejo, Selva de Iratí o la Tejera Negra). También podemos retomar la parte gastronómica, asados, comida más elaborada, platos de cuchara como judías y cocidos, que tanto gustan a muchos.

Castrillo de los Polvazares

Y hablando de cocidos, famoso es el cocido Maragato, de la provincia de León, concretamente en la comarca denominada de la Maragatería. Hoy, para inaugurar estos tiempos que se avecinan y demostrar que tienen su encanto especial, vamos a acercarnos a Castrillo de los Polvazares, a 6 km de Astorga.

Castrillo de los Polvazares

Este lugar que hoy os presentamos podría ser un ejemplo de un paseo otoñal en familia, en pareja, con amigos cualquier día en el que el destino os pille cerca. Declarado conjunto histórico artístico, destaca la estética de esta población, con la piedra rojiza, las calles blasonadas y un pavimento empedrado solo apto para un calzado como la situación requiere, cómodo y plano.

Castrillo de los Polvazares Castrillo de los Polvazares

























A la entrada del municipio deberéis aparcar el vehículo. El pueblo es completamente peatonal, una calle ancha lo atraviesa de lado a lado, y se abre como una alfombra roja para que disfrutéis de la localidad.

La belleza en general es un concepto totalmente subjetivo. Cuando estamos, además, refiriéndonos a tipo de turismo, esto hace que muchas veces escribamos con cierto temor a elevar las expectativas. Hablamos de entornos rurales que a nosotros nos encantan, no encontraras grandes edificios, ni tumultos, no encontraras museos de obras super reconocidas, ni variedad de tiendas, pero sí otras cosas que no hay en las grandes ciudades. No todos los pueblos son de cuadro, con río, casas, flores, cascadas los 365 días del año. Ni todos pueden ser íntegramente medievales, con su muralla, castillo y plazas soportaladas. En los pueblos vive gente y apreciarlos es apreciar los pequeños detalles que los hace especiales. Ese es uno de los grandes encantos del turismo rural. Son pueblos, pueblos con huellas de su historia, que conservan muchos de ellos símbolos de otra forma de vivir muy diferente a las tuyas, o no. Además los aromas, el enclave, la disposición de las casas, el contacto con el entorno natural y la tranquilidad.

Castrillo de los Polvazares

El caso de Castrillo de Polvazares resalta, como os decíamos, simplemente por su presencia. Aparte de la piedra protagonista, destacan las puertas y ventanas de un verde intenso y los recovecos que parecen abiertos al verde que lo rodea.

Castrillo de los Polvazares Castrillo de los Polvazares
Por supuesto, muchos se acercan para degustar el famoso cocido maragato, que tiene la peculiaridad de comerse en inverso orden a como lo conocemos universalmente. Se escucha diferentes explicaciones a este hecho, la más dramática está vinculada a la época de conflictos bélicos en donde decían que primero se comía la carne por si había que salir corriendo. Lo cierto, parece ser, que no es eso, sino más bien una explicación basada en la forma de vida de los propios arrieros maragatos. Que tal y como salimos nosotros a la oficina con nuestros tupper, ellos lo hacían con sus porciones de carne fría. Así que, llegado el momento de comer, primero se tomaban su alimento y, para finalizar, el caldo caliente para asentar el cuerpo. Años después ahí está el famoso cocido que se empieza por la carne...

Castrillo de los Polvazares

Para saber más sobre este municipio os podemos decir que la arriería, comercio nómada entre Castilla y Galicia, era su actividad principal. Ésta, poco a poco, se fue mermando con la expansión de los medios de transporte, concretamente el tren.

Castrillo de los Polvazares

Actualmente son menos de cien habitantes y se nutre bastante del turismo, considerándose uno de los pueblos más bonitos de la zona de León que, además, se encuentra, como os comentábamos, muy cercano a Astorga.

Castrillo de los Polvazares

Quizá deberíamos haber empezado por Astorga para luego complementar la visita de esa monumental ciudad con el paseo por Castrillo de los Polvazares, mucho más pequeño y menos relevante en cuanto a monumentos, Historia y demás. Pero, qué queréis que os digamos, ha sido ser conscientes de que oficialmente estamos en otoño, que hemos empezado a visualizar los paseos frescos con la luz baja después de una sobremesa cálida, las mañana soleadas, las alfombras de hojas, la chaqueta que da calor y la manga corta que da frío. El olor a naftalina de las cazadoras, la leña humeante, la lluvia intermitente, los rayos anaranjados, las ramas semidesnudas y todo eso nos sabía a rural y naturaleza. Hemos querido dar la bienvenida al otoño porque lo recibimos con ganas, no hay estación triste, solo el plan perfecto para ella.

¿Tienes planes hoy?

Castrillo de los Polvazares


15 de septiembre de 2013

Museo Sorolla: uno de esos rincones con encanto en Madrid

Dentro de todo lo que puede resaltar de Madrid, como las maravillosas e internacionales relaxing cup of café con leche in the Plaza Mayor, hay una cosa que pensamos que es bastante universal, la oferta de museos y galerías de arte que tiene la capital: El Prado, el Reina Sofía, el Thyssen… ¿A quién no le suenan estos nombres? Pero nosotros hoy vamos a acercaros a otro museo con menor repercusión popular pero que creemos que a todos os gustará… La Casa Museo de Joaquín Sorolla

Museo Sorolla (Madrid)

Recuerdo que la primera vez que fui, o me llevaron, era pequeña. Hacía años que no volvía, pero en mi recuerdo se había quedado un lugar muy especial que, aun siendo niña, no me había parecido “un rollo de museo”, típico en esas edades, al contrario, me encantó. Es un lugar al que merece la pena acercarse, jardines, cuadros, mobiliario, una vivienda que te transporta a otra época en la que vivió este pintor costumbrista y de sociedad.

Museo Sorolla (Madrid)

Los horarios del museo y la información acerca de los precios de entradas y demás los podéis encontrar en su página oficial .

Museo Sorolla (Madrid)

Para empezar, comentaros que posee un jardín pequeño pero encantador. El acceso al mismo es gratuito, simplemente tenéis que cruzar la puerta de entrada del palacete medio escondido por la vegetación y pasear. La inspiración andaluza que utilizó el artista para diseñar los jardines rezuma por cada rincón. Hay lugares para sentarse y disfrutar del sonido del agua de sus fuentes, de sus esculturas, de las sombras, y perderse en una buena lectura o simplemente recrearse en la tranquilidad. Es otro de esos jardines escondidos de la gran ciudad.

Museo Sorolla (Madrid)

La casa fue construida a principios del s.XX, el pintor compró un solar y encargó la construcción del pequeño palacete en cuyo diseño él tuvo una participación activa. 

Museo Sorolla (Madrid)

La planta baja de la misma estaba destinada a su trabajo. Dos de las salas actualmente son para exposición de su obra, y la tercera mantiene la imagen de su estudio, lleno de luz, de cuadros, de un mobiliario altamente llamativo, caballetes, los espejos… realmente impresionante. No perdáis detalle de toda esta primera planta, el estudio, escalera, salón y comedor.

Museo Sorolla (Madrid)

 La planta superior, era la que estaba dedicada a la vida familiar, y en la actualidad se mantiene diáfana para exponer la obra del pintor en sus diferentes etapas.

Museo Sorolla (Madrid)

Joaquín Sorolla, nacido en Valencia, era hijo de un fotógrafo. Probablemente esto marcaría mucho su futuro, porque de jovencito ayudaba a su progenitor, coloreando las imágenes que tomaba. Dicen que de esta experiencia puede que tenga mucho que ver algunas de sus obras que parecen escenas tomadas de una fotografía, no porque sean hiperrealistas, él era impresionista, sino por el ojo con el que eran tomadas. Principalmente, era un pintor social, su obra refleja situaciones de sociedad y familiares del momento, así como retratos. Generalmente pasaba los inviernos en Madrid, y los veranos en las playas valencianas. Siempre mostraba su anhelo hacia al mar y así lo reflejan sus obras. 

Museo Sorolla (Madrid) Museo Sorolla (Madrid)

























Dicen que cuando pintaba en interiores era mucho más minucioso y detallista y en los exteriores, que era lo que más le gustaba, sobre todo a las horas centrales del día, cuando la luz era más dura, los trazos eran más largos y rápidos.

Museo Sorolla (Madrid)

Durante su vida viajó largas temporadas, París y Roma fueron dos ciudades que tuvieron influencias en su forma de plasmar las imágenes, luz, color… llegando a exponer hasta en Nueva York. Su fama se fue expandiendo.

Museo Sorolla (Madrid) Museo Sorolla (Madrid)


Este pintor costumbrista además fue nombrado hijo predilecto de Valencia, Académico y profesor en la Escuela de Bellas Artes de Madrid.

De todos sus viajes, además de la gran fama que fue adquiriendo para nosotros, han quedado retazos de las cartas que escribía a su mujer desde la distancia, con la que tuvo tres hijos. En ellas el artista describía sus sentimientos, sensaciones, emociones, dejándonos plasmado, con ello, pinceladas de la vida social del momento. Falleció a los 60 años, tras haber sufrido una hemiplejia, en Cercedilla, donde tenía una casa.

Museo Sorolla (Madrid)

A nosotros nos ha encantado la visita a esta Casa-Museo, es un lugar lleno de encanto, que te transporta. Un museo un tanto diferente a lo que uno acostumbra a imaginar. Los cuadros de Sorolla expuestos nos han encantado, esos trazos y esa manera de plasmar su realidad, de captar la luz, de dar textura. Os aconsejamos que los miréis de cerca y luego os vayáis alejando porque donde al principio solo ves una pincelada, casi un borrón, según te alejas ves una ventana abierta a una escena maravillosa.

Museo Sorolla (Madrid) Museo Sorolla (Madrid)


Pasear por Madrid puede dar mucho juego. Muchas veces, vas a lugares concretos, con lo cual, dejas muchas cosas pasar, otras veces eliges zonas que albergan atracciones turísticas y te centras en ellas, y otras muchas veces simplemente vas enfrascado en una conversación en la que te ambienta el ruido de la ciudad, pasando desapercibido casi todo lo que hay a tu alrededor (esto principalmente nos ocurre a los que vivimos aquí). Pero luego están esos paseos en los que pasas por una calle por infinitésima vez y de golpe te fijas en cosas que nunca antes habías advertido, detalles en las fachadas, callecitas pequeñas, escaparates, letreros… Muchas veces, entre árboles descubres algunas fachadas de viviendas aristócratas, palacetes que te hacen preguntarte quién viviría allí, por qué se construyeron, en qué momento...

Museo Sorolla (Madrid)

Algo así os puede pasar si paseáis por la calle General Martínez Campos, donde se encuentra la Casa Museo del Pintor Joaquin Sorolla y su jardín escondido en la ciudad de Madrid.

¿Tienes planes hoy?

Autorretrato de Joaquín Sorolla


12 de septiembre de 2013

Islas Cies: paraíso natural protegido


Cuando llega el momento de coger vacaciones te pasas las semanas previas viviendo como si al reloj se le estuvieran acabando las pilas y marcara cada segundo con más lentitud de lo habitual.

Luego, llegado el ansiado día de comienzo de vacaciones, ni siquiera escuchas el tic tac, y cuando están a punto de acabarse piensas quién será el traidor que le ha cambiado la pila a tu reloj porque va muchísimo más rápido de lo normal. Después llega el momento de la vuelta y así estamos nosotros ahora…

Pero sabemos que aún muchos de vosotros no habréis disfrutado de unos días libres y, quizá, os estáis planteando qué destino elegir. Si bien nosotros el año pasado nos hicimos un viajecito por Escocia, que os comentamos hace unos meses, este año hemos optado por el turismo nacional, protagonista de este blog, y nos hemos adentrado en Galicia.

Islas Cies

Como todavía hace buen tiempo y, sobre todo, porque este lugar  del que os vamos a hablar ofrece unas playas impresionantes,, hemos considerado que es un buen destino para animaros a los que aún podáis ir. Se trata, ni más ni menos de las Islas Cies (Illas Cies) en la provincia de Pontevedra.

Ya es sabido por casi todos, que hace unos años el periódico The Guardian colocó en el número 1 de su listado a la Playa de Rodas como mejor playa del mundo. Bajo esta premisa uno piensa que cualquier cosa que se vaya a encontrar al llegar a la isla va a resultar decepcionante; no se puede elevar tanto el listón. Pero no es así...

Islas Cies

Las Islas Cies (Illas Cies) realmente son tres islas, la de Monteagudo (norte), la de San Martiño (sur) y en el medio la del Faro unida por un dique a Monteagudo. Están declaradas Parque Natural desde los años 80.

Islas Cies

¿Cómo llegar a las Islas Cies (Illas Cies)? Existen diferentes compañías que os llevaran hasta allí. Los puntos de salida desde donde se pueden tomar los barcos son tres, Vigo, Cangas de Morrazo o Bayona (Baiona). En nuestro caso elegimos este último para aprovechar la vuelta y darnos un paseíto por este pueblo que tiene unos atardeceres maravillosos. Dependiendo desde dónde elijáis embarcar la duración del trayecto será diferente, desde Bayona (Baiona) es aproximadamente de unos 45 minutos.

Islas Cies

Muy importante, las visitas a las Islas Cies (Illas Cies) no se pueden hacer en cualquier momento del año, en Semana Santa se produce la primera apertura, luego fines de semana, y es desde junio (o mediados de mayo), hasta finales de septiembre cuando se hace de forma diaria. Luego en octubre (mediados más o menos) vuelve a ser solo fines de semana.

Nosotros os podemos hablar únicamente de la experiencia de elegir Bayona (Baiona) como punto de partida. Os recomendamos que lleguéis con bastante antelación a la salida del barco, porque el aparcamiento es muy complicado. Hay mucha zona azul, y pocos sitios disponibles. Nosotros acabamos optando por meterlo en un parking que hay en la parte superior del pueblo y cuyo coste el día completo ascendía a 12 euros.

Islas Cies

Para adquirir los billetes lo hicimos con la empresa Naviera de Mar de Ons con reserva previa por Internet. Existen además dos empresas más, Nabia y Naviera Rias Baixas. En temporada alta es un destino muy solicitado con aforo limitado, por lo que es prácticamente imposible adquirir billete para el día o días inmediatamente posteriores. Al hacerlo con antelación, el riesgo que se corre es el tiempo meteorológico, os recomendamos mirar la predicción porque merece la pena que haga un día soleado, o al menos, no lluvioso ni con niebla, para disfrutar de la playa y las vistas del lugar.

Islas Cies

Los barcos tipo que viajan a las Islas Cies (Illas Cies), son los clásicos con cubierta superior al aire libre y una parte más protegida. Es necesaria la protección solar porque el sol da con fuerza y el viento azota. Tampoco está de más, aunque no haga fresquito, llevar manga larga, es fácil destemplarse. Recomiendan incluir un chubasquero también, por lo del tiempo cambiante e imprescindible un calzado cómodo además de las chanclas. No comencéis ninguna ruta con chanclas que luego pasa factura (por experiencia).

¿Se puede pernoctar en las Islas Cies (Illas Cies)? Sí, se puede, en el camping que  tienen habilitado allí (en las fechas que se permite el viaje a la isla). Nosotros no lo hicimos, fuimos solo de visita, pero es un lugar solicitado y al que se accede con facilidad.

Islas Cies

A las Islas Cies (Illas Cies), en vuestra visita podéis llevar comida si lo deseáis, eso sí, toda la basura y desperdicios que generéis deben volver con vosotros. Para aquellos que no quieran cargar con nada, hay un restaurante en el camping y el “chiringuito” que tiene buffet y bocadillos en el que podéis comer sin ningún problema siempre que sea en verano, sino hay que llevar el avituallamiento propio.

Islas Cies

Y una vez comentadas las cuestiones prácticas pasamos al disfrute de este paraíso natural, cuyo protagonista popular es su espectacular Playa de Rodas. Realmente resulta impresionante, su arena blanca y fina limita con el agua que se torna de variados tonos azulados y verdosos. Cuando te acercas a la orilla, puedes observar que es totalmente transparente. En cuánto a su temperatura, es fría, muy fría, pero al menos, en nuestra visita y tras bañarnos en otras zonas de las Rias Bajas (Rias Baixas) nos pareció soportable.

A pesar de acudir en plena temporada alta y observar como llegaban barcos con bastante asiduidad la sensación que tienes al tumbarte en ella no es de masificación.

Islas Cies

Pero, aparte de la Playa de Rodas, la isla ofrece diferentes opciones para conocerla, rutas señalizadas que te permiten acceder a otros rincones y ampliar las vistas del lugar. Hay 3 rutas conocidas. La Ruta del Monte del Faro (fue la que nosotros hicimos y ahora os comentaremos), la de Faro da Porta, la Ruta de Monteagudo y la Ruta del Alto Príncipe.

Como os decíamos nosotros optamos por la del Monte del Faro. La empezamos tarde un día bastante caluroso y esto nos pasó factura. La ruta completa (ida-vuelta) está entre 7-8 km. Está señalizada, así que desde la caseta de la playa iréis encontrando los carteles que os indican la dirección a seguir y la distancia pendiente.

Islas Cies

La primera parte va paralela a la playa, por una zona con sombras en ligero ascenso. Se atraviesa un dique que separa las dos islas  dónde se encuentra al Lago Nenos. Un lago alimentado por las mareas, mareas que lo hacen desaparecer y fundirse con el mar. Este lago tiene una importancia ecológica impresionante y, por sus características, de gran valor natural.

Islas Cies

Una vez hayáis pasado por allí, y alucinado con la cantidad de peces, que se pueden observar el camino continua, en ascenso de nuevo, dejando a la izquierda el camping y adentrándonos en una zona más boscosa. Antes de hacer el primer giro a la derecha tendréis una panorámica sobre otra de las playas de las islas, que desde cierta altura vuelve a asombrar por esas aguas multicolores que son paradisíacas.

Islas Cies

Desde aquí, la subida se pronuncia en una especie de zigzag todavía por sombra y al cabo de un rato, casi cuando estéis a la mitad del recorrido para llegar al Faro de la isla, quedareis a cielo descubierto. A partir de ahí, comienzan las vistas de los acantilados, de la Ría de Vigo, de la isla, pero comienza también el calor… en nuestro caso, mucho calor, sin sombras y cerca de las 2 de la tarde.

Islas Cies

Desde lejos al cabo de un rato se divisa el Faro, en la cima, y desde donde se puede observar  un empinado zigzag que cuando lo comienzas a subir ya no te parece largo, te parece infinito, nunca acaba, siempre detrás del giro viene otro.

Islas Cies

Quizá como os decimos por las horas, la temperatura y que íbamos en chanclas (nada recomendable) esta última parte no la pudimos disfrutar, para nosotros sin necesidad de subir del todo se obtienen excelentes vistas. Cierto que si no lo haces hay un perfil de la isla que no podrás disfrutar, pero ahí estáis cada uno para decidir si os merece o no la pena. Un día fresquito seguramente la experiencia habría sido diferente, desde luego si hace bastante calor, mejor hacerla temprano.

Islas Cies

La vuelta, cuesta abajo, es otro cantar, y lo mejor el baño en esas aguas de ensueño que nos bajaron la temperatura con solo rozarlas.

Islas Cies

Islas Cies (Illas Cies) es un lugar al que hay que ir para disfrutarlo, esa imagen de isla salvaje, con el agua, la arena fina, la zona boscosa, una sensación maravillosa que nos hemos traído de nuestro recorrido por tierras gallegas y queremos compartir con vosotros.

¿Tienes planes hoy?

Islas Cies


8 de septiembre de 2013

Nueva imagen de ¿Tienes planes hoy?

Por fin ¿Tienes planes hoy? vuelve a la carga tras un descansito vacacional. Con la llegada del nuevo curso queremos presentaros nuestra nueva imagen. Eran casi tres años con la anterior, que poquito a poco fue sufriendo alguna modificación pero, dado que han aumentado los contenidos, hemos pensado que, para todos los que lleguéis aquí, de esta manera será mucho más fácil encontrarlos.

Estamos muy contentos y satisfechos porque en los últimos meses la página ha tenido un aumento de visitas considerable, lo cuál nos anima aún más a seguir. Tenemos muchísimas ganas de empezar el curso y bastantes destinos preparados en la cola de salida para compartirlos con vosotros de la mejor manera que sabemos. Hemos aprovechado el verano, aparte de para dar forma a esta nueva presentación, para relajarnos y visitar nuevos rinconcitos en los que disfrutar e ir añadiéndolos a la página.

Con cierta nostalgia nos despedimos de nuestra anterior imagen, que fue producto de una noche loca en la que nos dio por abrir un blog un poco al “tun –tun” y publicar nuestra primera entrada. Ahora la cambiamos por ésta nueva que ha sido meditada y trabajada durante unos cuantos meses, llena de peleas con el ordenador, con los programitas de diseño y demás (lo del CSS y Html ha sido toda una aventura), pero de dónde también hemos aprendido bastantes curiosidades.


Esperamos que os guste, que os resulte accesible, que cargue bien en dispositivos móviles. Aunque hemos hecho pruebas hasta que no esté en marcha 100% no vamos a poder ver algunos de sus problemas (que igual no los hay, por favor), así que si en algún momento algo no os funciona tened paciencia que estamos en “periodo de prueba”.

Hoy añadimos una imagen algo menos romántica que la de nuestros inicios, ese atardecer en Finisterre, pero que esperamos que sea un sello personal del blog por el que nos reconozcáis. Aunque las puestas de sol por aquí siempre estarán presentes…

Tienes Planes Hoy

Muchas gracias por seguirnos, por leernos aunque sea esporádicamente, por comentarnos a cada uno que lo habéis hecho o lo penséis hacer. Gracias por contar con nosotros.

Y ahora… ¡Que empiece la nueva temporada!

 ¿Qué mejor que buscar planes de ocio para el tiempo libre y mitigar el malestar post-vacacional?

¿Tienes planes hoy?


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