El Cañón del Añisclo: otra vista de Ordesa

Viajamos a Huesca. Hoy nos centramos en un pequeño recorrido de unos 10 km que transcurre por una garganta fruto de la erosión: El Cañón del Añisclo, incluido dentro del Parque Nacional de Ordesa.

La entrada al cañón se hace desde el municipio de Escalona o desde Fanlo. Nosotros lo hicimos desde Escalona. La carretera es muy estrecha y en temporada alta suele estar abierta en un único sentido (entrando por Escalona). En nuestra visita, la circulación se daba en ambos sentidos, con cuidadito y despacio no hay ningún problema.

La visita al cañón se puede hacer en vehículo o en vehículo y rutas. Dado que en el día pretendíamos hacer varias cositas, decidimos llevar el coche hasta el aparcamiento de la Ermita de San Urbez y realizar la pequeña ruta circular a pie que hay en su interior.

Pero antes de iniciarla, durante el recorrido, y una vez adentrados en el Cañón, nos impactan las imágenes. Es un entorno natural estupendo que merece la visita, aunque luego prescindáis de hacer la pequeña ruta que os vamos a comentar. En un par de ocasiones detenemos el coche para bajarnos y verlo desde fuera. Dadas las características de la vía tampoco se puede parar tanto como nos gustaría, pero nos alegramos, porque eso es señal de que la carretera no es invasiva en la naturaleza.

Según avanzáis por la carretera A-138 y tras coger el desvío para El Cañón del Añisclo encontrareis, como os comentábamos, un aparcamiento. Desde este lugar salen numerosos recorridos para realizar senderismo que te sumergen en la naturaleza. Tras haber recorrido el día anterior la Ruta del Valle de Ordesa hastala cola de caballo, y dadas las horas a las que llegamos al cañón tras la visita a Ainsa, en este día nosotros nos conformamos con hacernos un pequeño paseo circular que comienza desde la carretera en la zona del Molino de agua, y termina de nuevo en la carretera casi a la altura de la Ermita.

El paseo circular que os proponemos es de, aproximadamente 2 kilómetros sin desnivel ni dificultad alguna. Pero os dará la oportunidad de acercaros más al paraje natural, que de verdad, es una preciosidad.

Está perfectamente señalizado. El nombre popular, por el que se conoce este recorrido es el de la Ruta del Agua. Durante el paseo, que durará unos 45 minutillos, el agua siempre te acompañará, desde las ruinas del Molino de Asó, una bonita cascada, alguna poza, hasta llegar a la Ermita.

La primera parte se caracteriza por la frondosidad de la zona boscosa, la humedad, el musgo pegado a los troncos. Luego poco a poco esto va desapareciendo para dar lugar a una bonita cascada y, a continuación, varios miradores naturales que ofrecen panorámicas llenas de encanto.

La ruta va tocando su final a la llegada de la Ermita de San Urbez. Es totalmente pintoresco este lugar, casi encastrada en las paredes de roca del cañón, unas pequeñas escaleras empinadas llevan a la entrada de la Ermita, enrejada, desde dónde se divisan los bancos, etc. Se dice que allí habitó el pastor San Urbez. Un ejemplo de ermita rupestre.

El Cañón del Añisclo permite muchos otros recorridos a pie en su entorno, pero si no tuvierais tiempo de hacer ninguno, al menos este paseo estamos seguros que os gustará. Si a pesar de todo, no tuvierais tiempo o ganas de caminar (aunque estando en la zona de Ordesa, esto es un delito) os recomendamos que cojáis el coche y lo atraveséis, porque es una maravilla de paraje que no deberíais perderos.

A nosotros nos encantó.

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