Carmona

Dando la bienvenida al 2013, qué mejor que hacerlo con el verde esperanza y muchas ganas. Uno de los lugares que te llena de verde, de paz y de armonía se encuentra ubicado en Cantabria. Popularmente no muy conocido, al lado de otros como Santillana del Mar, Comillas, etc, pero que es un pequeño tesoro dentro de la Comunidad Autónoma.

En los años 80 fue declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Para visitarlo nos adentraremos en el Valle de Cabuérniga, rodeado de vacas tudancas, se encuentra Carmona.

Sin lugar a dudas este municipio merece ser visitado. Hay lugares que no necesitan de Palacios Reales, ni castillos, mucho menos rascacielos para sobresalir sobre otros. Sus enclaves, el estado de conservación con arquitectura tradicional, los dotan de personalidad propia y los convierten en lugares muy atractivos. Esto le ocurre a Carmona, un municipio pintoresco que no deja indiferente.

Se salpican las viviendas a ambas orillas del rio. Entre ellas se entremezcla casonas típicamente montañesas, blasonadas, de piedra y con dinteles de madera, con las populares. Si una construcción destaca entre todas ellas es el Palacio de de los Diaz Cossio y Mier, también conocido como Rubin de Celis que resulta imponente con sus torres de tres plantas. Carmona se divide en barrios. Las casonas que se reparten son principalmente de los s. XVII y XVIII al igual que su iglesia.

Una profesión que está íntimamente ligada este municipio son los albarqueros, artesanos tradicionales que tallan a mano un calzado típico de la zona desde tiempos ancestrales, las albarcas. Se trata un calzado de una pieza única de madera, similar a los zuecos, que aislaban los pies de la humedad, barrizales y nieve, facilitando la movilidad por tierras de labranza. Este tipo de calzado se extendió por el norte de la península, personalizándolo por comarcas. En nuestra ubicación encontraríamos, entre otras, las albarcas carmoniegas.

Si quereis disfrutar de una vista aérea bonita de la zona, la podéis obtener si accedéis desde La Collada, allí mismo hay un mirador que os regalara una panorámica del enclave del lugar.

Cantabria infinita nos dicen desde allí, razón no les falta, a pocos kilómetros de Carmona, aunque puedan llevar un poco más de tiempo (que merecen la pena para disfrutar de los trayectos en coche) podríais visitar Bárcena Mayor. Tudanca es otra pequeña población cercana que está considerada como una localidad con “encanto”.

Y si ya deseais en un día combinar dos tipos de actividades diferentes, a unos 12 km de Carmona, se encuentran las Cuevas del Soplao. Excelente plan disfrutar de las visitas organizadas a esta joya puesta al alcance de los visitantes. Las Cuevas del Soplao es una visita que os recomendamos totalmente, bien para combinar con Carmona o con otras localidades cercanas, pero merecen un ratito de vuestro tiempo. En su página oficial podeis encontrar toda la información acerca de las visitas, horarios, precios, etc. En nuestro caso, comentaros que realizamos la visita que se realiza en grupo con un guía y nos pareció una chulada.

Las Cuevas del Soplao son de una riqueza extraordinaria en formaciones geológicas, concretamente las estalactitas excéntricas que no son muy comunes. Pero esto ya mejor se lo dejamos a los profesionales en la materia que os lo contaran de una manera interesante y amena simultáneamente.

En determinados lugares se nos agolpan las ideas, empezamos hablando de Carmona y vamos enlazando otros destinos que también consideramos imprescindibles. No tenemos rankings, Cantabria nos gusta, y siempre tiene algo, los días son largos, porque para todos los momentos encuentras un placer… 

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