21 de noviembre de 2012

Cudillero

Hoy vamos a pasear, y el paseo que ofrecemos se convierte en un capricho para los sentidos, desde la vista y el olfato, hasta el paladar, pasando por el tacto cuando inquietos nuestros dedos juegan, insaciables, con el disparador de la cámara. Tras semanas de montaña y parajes naturales, el blog pide un poquito de esencia marina…

Cudillero

No vamos a descubrir ningún lugar oculto, de hecho, Cudillero, pueblo de pescadores enclavado en el centro occidental del Principado de Asturias, es uno de los pueblos más populares de la Comunidad Autónoma. No es difícil entender el motivo, ni siquiera hace falta remontarse a leyendas ni pasajes de la Historia, solamente hay que acercarse allí y pasearlo, observarlo desde sus miradores naturales que se esconden entre sus casas colgantes que parecen nacer de sus montañas abruptas, formando una especie de anfiteatro, ver los colores de las fachadas, escuchar el romper de las olas en su puerto, observar el balanceo sutil de sus barquitas aparcadas, inspirar el aroma salino a mar entremezclado con los platos cocinados que se sirven en las terrazas…

Cudillero

Cudillero, creíamos que era un lugar familiar para nosotros, hace unos años pasamos unas vacaciones de verano alojados allí, en un pequeño pero acogedor alojamiento rural. Llevábamos desde entonces sin pasar por la zona y teníamos muchísimas ganas de volver. Ocho años después, fuera de temporada, nos presentamos allí, conociendo un nuevo Cudillero, tan bonito como recordábamos, pero que nos abría nuevos caminos y nuevas imágenes.

Cudillero
Pasa habitualmente, poco tienen que ver algunos lugares en una temporada u otra. En verano Cudillero está lleno de gente, por las mañanas el sol entra casi salvaje, y por las noches su pequeño puerto está lleno de mesas y sillas, gente, aromas…

En otoño, un día de diario, el sol entraba mucho más mimoso, pintando las fachadas más que deslumbrándolas, y el ambiente era más tranquilo pero muy agradable. Nos resultó totalmente sorprendente encontrar tanta gente en la zona. Los privilegios no paraban ahí y hacia un día precioso que nos regaló la oportunidad de poder comer, a pesar de ser el mes de noviembre, en una de las terrazas.

Además, no podemos referirnos a esta zona sin mencionar a sus gentes. No es un tópico, en todas partes siempre hay de todo, eso ya lo sabemos, pero sí suelen existir rasgos generales que más o menos pueden identificar a determinados grupos de población, y en Asturias tratan muy bien a la gente que vamos de fuera, son amables, dulces y atentos, y esto suele ser algo que cuando se está fuera de tu lugar se agradece mucho, haciendo que se recuerden los lugares aún con más cariño.

Existe una torre que se puede divisar desde arriba (siguiendo indicaciones hacia el cementerio). Esa torre con escalera de caracol es un excelente mirador para obtener una vista global del municipio, se accede a ella desde el cementerio bajando una calle con una pendiente pronunciada.

Cudillero

En Cudillero, en la zona del Pito, a 2km de la villa, se encuentra el Palacio de Selgas (llamado el Versalles Asturiano) del s XIX, con unos bonitos jardines y una colección de obras de arte en su haber.

Por supuesto, si algo convierte a Cudillero en especial, aparte de todo lo mencionado es su entorno, en los alrededores del concejo se pueden observar paisajes maravillosos. Playas rodeadas de arboles y con montañas cercándolas, acantilados abruptos con atardeceres para no olvidar. Como ejemplos representativos os dejamos un par de imágenes de sus alrededores, a tan solo 11 km, en la localidad de Oviñana se encuentra el Cabo Vidio, con acantilados de 100 metros que perfilan un mar infinito, y dónde podemos pasarnos largos ratos tan solo disfrutando de las vistas… es uno de nuestros lugares favoritos, donde, por cierto se pueden divisar preciosas puestas de sol.

Cabo Vidio

Por otro lado, una veintena de playas se encuentran en los alrededores de Cudillero, en general con un aire salvaje, que las dota de un encanto especial, la Playa del Silencio o, por ejemplo, esta de piedra que nos gusta muchísimo, la Playa de la Concha de Artedo.

Playa Concha de Artedo

Además, a unos 36 km de Cudillero, tenéis otro lugar con muchísimo encanto para descubrir a través de un agradable paseo: Luarca.

Ahora, solo falta que os acerquéis a Cudillero, este bonito y característico pueblo pesquero. Es muy importante dejarse llevar por todas esas panorámicas diferentes que se pueden obtener, no tener prisa… Es un destino perfecto para aquellos que anhelan desconectar “del mundanal ruido”…

Cudillero

Hay lugares que parece que solo nos los planteamos como posibles destinos turísticos veraniegos… A nosotros nos encanta disfrutar del mar fuera de esa temporada, en estas fechas el agua tiene otras tonalidades, las luces pintan otros paisajes, la bruma aparece, se mezclan elementos como los abrigos y botas con el sabor a sal, la brisa fresca y húmeda… paisajes especialmente nostálgicos, bucólicos, románticos… lejos del bullicio y del calor.

¿Tienes planes hoy?

Cudillero


6 de noviembre de 2012

Hayedo de Montejo

El otoño marca la época del aniversario de este blog, quizá de forma inconsciente por eso lo abrimos en estas fechas, los paisajes otoñales son especialmente inspiradores…

Hayedo de Montejo

Nuestra primera parada del blog en noviembre de 2010 fue de la Sierra del Rincón, la también denominada “sierra pobre” de Madrid. Lugar hasta el que os tendréis que acercar para visitar el paraje del que hoy os vamos a hablar, y que por aquel entonces no fue imposible hacerlo a pesar de las ganas…

Hayedo de Montejo
De hecho, justo hace un año, en nuestro primer aniversario, se nos escapo de nuevo la oportunidad de  visitar el Hayedo de Montejo, así que para compensar acercamos hasta esta página otro paraíso natural, que era el Hayedo de la Tejera Negra en la provincia de Guadalajara

Hoy nos complace traer por fin, a este humilde blog, el Hayedo de Montejo, destino codiciado en estas fechas por la apariencia naranja, rojiza que arrastra con el Otoño.

Antes de adentrarnos en él, os vamos a intentar dar unas cuantas indicaciones para facilitar su visita, y que esperamos sea de interés para vosotros.

El acceso al Hayedo de Montejo está controlado, existe un aforo limitado y las visitas se realizan guiadas.  Por lo tanto para poder acceder al recinto es necesario conseguir previamente unos pases, de carácter gratuito, que estarán fechados con día y hora de la visita.


¿Cómo conseguir las entradas al Hayedo de Montejo? Existen 3 formas, por internet, por teléfono y de forma presencial. EL 50% de las entradas se despachan por los dos primeros medios, quedando el otro 50% libre para la gente que se acerque en el mismo día para realizar la visita. Estas últimas entradas se asignan por orden de llegada, pudiendo reservar 5 como máximo por persona. Tanto si se goza con el privilegio de hacer una reserva previa, como si se pretende conseguirlas de forma presencial habrá que acercarse al pueblo de Montejo de la Sierra, a su Centro de Recursos (ubicación en Google Maps). Desde allí, una vez adquiridas, hay que coger el coche unos 7 km, más o menos, dirección Puerto del Cardoso hasta llegar al acceso al Parque. Importante saber que los lunes el hayedo está cerrado, aunque no su Centro de Recursos desde os podrán informar de otros recorridos de interés por la zona.

Hayedo de Montejo

A nosotros, reservar por internet durante dos años nos ha sido totalmente imposible, nunca hemos llegado a tiempo, en apenas horas, y este año minutos, no había pases disponibles para noviembre, el mes más espectacular para obtener una estampa otoñal.

Los grupos de visita son de 20 personas, que irán acompañadas por un/a guía que comentará aspectos de la botánica, fauna y geografía del lugar.

En la pagina oficial podéis observar los horarios de cada visita y el tipo de rutas existentes, así como realizar las reservas de forma más detallada.

Existen tres tipos de rutas clasificadas en función de su nivel de dificultad, las tres tienen una duración similar que oscila entre la hora y cuarto y hora y media. La senda del río sería la más sencilla, una senda que va paralela al río y se puede observar el Hayedo desde dentro, su paisaje y vegetación. Como hace poco nos preguntaron acerca de la posibilidad de realizar alguna ruta con carrito de bebé, en este caso nos anticipamos a preguntarlo, y comentar que esta ruta del río sería apta para ello.

La siguiente ruta, en cuanto a dificultad, sería la senda de la ladera, que asciende por un lado de la ladera pudiendo obtener otra panorámica distinta del hayedo. Comparte un tramo con el río y otro por la ladera. 

Y la última sería la del Mirador, en esta se asciende por la ladera atravesando mayor diversidad de vegetación diferente y llega hasta un mirador desde el cuál se puede observar una vista aérea del lugar.

En estas fechas se refuerzan los pases al Hayedo, las visitas más abundantes son las que recorren la Senda del Río que salen cada media hora, más o menos (aconsejamos que consultéis en la página oficial porque varía según temporada). De las sendas media y alta actualmente solo hay una visita diaria.


Nosotros nos preguntábamos cuánto sería necesario madrugar para asegurarnos unos pases al Hayedo en el día (ya que desistimos de los otros medios para conseguirlo). Buscamos y rebuscamos experiencias, pero nada concretaba exactamente si estábamos hablando de colas infinitas o pequeñas y aisladas aglomeraciones. Así que, con el miedo y sobretodo sueño, amanecimos temprano el día 1 de noviembre, con la esperanza de que “daban lluvias”; y ya se sabe que eso ahuyenta mucho al personal…

A las 08:30h estábamos en la puerta del Centro de Recursos, tan solo 4 personas delante de nosotros, fresquito y cuatro gotas…

Hayedo de Montejo

Fue a partir de las 9 cuando empezaron a llegar bastantes personas, no era algo apabullante, pero teniendo en cuenta que en total podíamos pasar 60 personas en todo el día, rápidamente la gente que había allí eran “demasiados”, según nuestras cuentas.

A las 9:30h, de forma puntual, se abrió el centro y, como las sendas media y alta estaban programadas para la mitad de la mañana, y no teníamos mucha fe en las nubes que nos acechaban sobre las cabezas, decidimos coger el primer pase de las 10 (ya que podíamos elegir) por la Senda del Río, la sencillita... total, hacía solo tres semanas que hicimos un "paseo" de 20 km en Ordesa.

Hayedo de Montejo
A las 10:00h, en la caseta de la entrada estábamos las 20 personas, las primeras del día 1 de noviembre, dispuestas a descubrir el Hayedo de Montejo en pleno otoño… ¡Por fin!

Comenzamos el paseo con una guía estupenda, de estas personas que notas que les gusta su trabajo, que disfrutan con él. Gracias a su compañía no solo no pasaron desapercibidos detalles en los que nunca habríamos fijado la atención, sino que aprendimos el porqué de determinadas cosas, y cómo la naturaleza en numerosos procesos de simbiosis convivía…

Si hay que poner un “pero” egoísta a esta visita es que al ser guiada, pararse a hacer fotos no es lo mismo… también el hecho de no está permitido salirse del camino, por el bien del entorno natural, hace que sientas como se te escapan encuadres tremendamente apetitosos a los que no puedes llegar… Pero como decíamos, es un "pero" egoísta, porque el Hayedo de Montejo es un paraje perfectamente cuidado y protegido, de lo cuál nos alegramos, y contar con el privilegio de que alguien te ilustre una maravilla.

Hayedo de Montejo

Durante años era el Chaparral del pueblo, la gente iba a pasear allí. Luego poco a poco se fue haciendo conocido y, como suele ocurrir, eso le llevo a comenzar una degradación. 

El Hayedo en su interior no solo es una residencia de hayas, en su extensión, de 250 hectáreas alberga, además robles, acebos, abedules, cerezos, brezos…

Se escucha que es el Hayedo más meridional de Europa, pero no es cierto (está en Sicilia), aún así,  es uno de los más meridionales, algo que lo hace tremendamente especial, ya que tienen que existir unas condiciones climatológicas determinadas que se dan en otras latitudes para que las hayas crezcan formando un bosque como este. En la Sierra del Rincón, el Hayedo de Montejo nace aprovechando la humedad del río Jarama, que hace frontera con Guadalajara en este punto, que lo recorre y las sombras de las laderas…

La fortuna el pasado día 1 de noviembre nos acompañaba, no solo las nubes parecían haber entrado en un letargo temporal, sino que, dado que eramos un grupo de gente adulta y edad media, la guía nos ofreció la oportunidad de realizar una “senda mixta”, que tenía un poquito de cada una de las anteriores, río, ladera y mirador. 

Comentar que la ruta y el paseo se realiza cómodamente de forma distendida, que siendo mixta duró exactamente lo mismo que habría durado si hubiera sido una de las otras, una hora y media. El paisaje fue cambiante a lo largo de todo el recorrido.

A lo largo de la orilla del río observamos hayas enormes, y hayas muy pequeñas… tan pequeñas que así, a ojo, yo les habría echado ¿8 meses?... La ignorancia es atrevida... años… llevaba allí años intentando sobrevivir a la gula de las vacas y otros mamíferos que cuando por allí no hay nadie pasean, apenas era una ramita pequeña con dos hojitas que no levantaba un palmo del suelo… En ese punto al mirar a otros ejemplares que estaban a su lado era cuando podías llegar a ser consciente de que hacia muchos, muchos años que estaban allí.


En la orilla, las setas estaban de fiesta, había un montón de ellas diferentes que sobresalían de la tierra y  de la madera húmeda.

En la ascensión por la ladera comenzamos a ver algún cerezo, o tímidos acebos que por lo que nos comentaban, en este otoño “extraño” no están teniendo muchos de sus frutos colorados característicos. 

Hayedo de Montejo
Luego llegamos al mirador desde el cuál se tiene una vista aérea del Hayedo y también una vista de la sierra de Guadalajara que queda al otro lado del río. Una bonita imagen, en la que hace una semana se echaba en falta aún el tono rojizo y anaranjado de las copas. A pesar de ello en el paseo aparecían ejemplares realmente bonitos, como sacados de un cuento.

Y ya, comenzamos el descenso por una senda estrechita pero cómoda a pesar de la pendiente, en la que los líquenes adheridos a las plantas te avisaban de que era un buen momento para llenarse los pulmones de aire. Su presencia era el símbolo de la ausencia de contaminación…

El paseo del Hayedo de Montejo es una alternativa estupenda para disfrutar de un día de ocio. Enclavado en la Sierra del Rincón, tras su visita podréis disfrutar de sus pueblos, pasear por sus callejuelas y comer en alguno de sus restaurantes.

Hayedo de Montejo

En sus alrededores, además existen otros recorridos y sendas que son de interés y, si no llegarais a tiempo de poder conseguir pases para el día, tener por seguro que el viaje no habría sido en balde porque hay cositas que visitar por la zona.

Hace tan solo unos días todavía tenía que estallar la explosión multicolor en el Hayedo de Montejo, nos preguntamos como estará este próximo fin de semana, que el día 9 de noviembre es festivo en Madrid, o bien más adelante. De hecho, dejamos en la recamara una posible vuelta en invierno, o primavera, quizá un día en el que no haya casi gente y algún corzo, jabalí, zorro.. quiera salir a saludarnos…

¡Por cierto, no llovió hasta el mediodía! No hay que dejarse amedentrar por esos días grises y oscuros, esos días hacen que los ocres del otoño, aun tengan más luz…

Si queréis conocer otros lugares que en otoño son de ensueño en 5 lugares para disfrutar del otoño al aire libre os lo contamos.

¿Tienes planes hoy?

Hayedo de Montejo

4 de noviembre de 2012

Pastrana

En la provincia de Guadalajara, Pastrana, la capital de la comarca de la Alcarria, ha sido escenario de intrigas políticas, historias de palacio, arrestos, reclutamientos religiosos, amores y pasiones, traiciones, ambición… Historias reales y de ficción que se han entremezclado a lo largo del tiempo dejando en el aire leyendas y huellas imborrables. 

Pastrana Palacio Ducal

No sabemos a vosotros, pero a nosotros nos encanta visitar lugares impregnados de su Historia. La belleza de muchos municipios se ensalza cuando se conoce el qué, cómo y porqué determinadas construcciones, monumentos y calles están situadas en un lugar. Muchas veces, es una de las formas más efectivas de acercarse a la Historia y comprender usos y costumbres de sus habitantes, así como curiosidades insólitas menos conocidas popularmente.

Pastrana

Pastrana actualmente tiene una población que no llega a 1.500 habitantes. Al poner los pies en sus calles, no es difícil hacer un viaje con la imaginación, pestañear lentamente y trasladarse al renacimiento, en el s.XVI, época de gran esplendor en la que se convertiría en Villa Ducal.

Llegaban los primeros Duques de Pastrana, Príncipes de Éboli, al municipio. Con ellos, comenzaba una época de prosperidad en la localidad. La diferencia de edad entre los duques no era sino una consecuencia más de un matrimonio concertado. Los cónyuges, uno noble portugués que se convirtió en hombre de confianza de Felipe II, y ella hija única de una familia noble acaudalada, nieta de los condes de Cifuentes, contrajeron matrimonio, aunque debido a la corta edad de ella este no se pudo consumar hasta varios años después.

Pastrana
Mientras duró el matrimonio de los Duques hasta la muerte de él, Ana de Mendoza, Princesa de Éboli, mantuvo relaciones con la Corte de Madrid, gracias al puesto privilegiado que tenía su marido junto a  Felipe II. En esos momentos se hizo íntima amiga de su esposa, Isabel de Valois, hasta la muerte de la misma. De este periodo nacieron leyendas acerca de una posible relación entre el monarca y la princesa, algo que no ha sido confirmado. Mientras, el Príncipe de Éboli, en su intento de conseguir posesiones para sus hijos, compró la villa de Pastrana. 

Con la llegada de los Duques, en el municipio comienza la fundación de la Colegiata y dos conventos, uno masculino y otro femenino de las Carmelitas Descalzas, de manos de Santa Teresa de Jesús. Además se produce la llegada a la localidad los moriscos tras la sublevación de las Alpujarras, formándose un barrio de carácter artesanal, el Albaicín, situado a las afueras del núcleo central, orientado al mercado de la seda, donde destacan tejedores y que gozó de gran prestigio hasta varios siglos después. 

Pastrana

La Plaza Mayor en la que se ubica el Palacio ducal apenas consta de tres fachadas y ha acabado siendo bautizada como Plaza de la Hora. En este punto, y para saber el motivo de este nombre, viajamos de nuevo al s.XVI para retomar la vida de la Princesa de Éboli.

Pastrana



Cuando su marido, Ruy Gómez de Silva, Duque de Pastrana y Príncipe de Éboli fallece, ella decide meterse a monja en el convento de la Villa Ducal. Pero el carácter de esta mujer y su trayectoria personal no estaba muy orientada a la vida de pobreza y recogimiento, así que sus exigencias y comportamiento provocaron que tras una complicada convivencia, las monjas junto con Santa Teresa de Jesús acabaran abandonando el convento y dejándola sola allí.

Pastrana Palacio DucalTras este fracaso en la vida monacal, la Princesa de Éboli regresó a la Corte de Madrid en busca de la vida social y de lujo que siempre le había atraído. Allí se reencontró con Antonio Pérez, quién tras la muerte del Duque de Pastrana había tomado el puesto de secretario de Felipe II. Antonio Pérez era entonces el hombre de confianza del monarca, implicado y con mucho poder en la vida política de la época. Dicen que Antonio Pérez se convirtió en amante de la Princesa de Éboli tras la llegada de ésta a Madrid, aparte de estar directamente involucrado en asuntos de Estado y conspiraciones palaciegas contra Felipe II, y de la relación pasional y amorosa mantenida por la Princesa de Éboli con él, se llegó a considerar que ella tenía mucho que ver con sus maniobras. Por otro lado, hay quien dice que tal relación no existió y su unión estaba única y exclusivamente vinculada a cuestiones políticas…

Lo cierto es que cuando Felipe II fue consciente de tener al “enemigo en casa” además de “supuestamente” conocer la relación “escandalosa” de ambos, ordenó, aparte de la detención de Antonio Pérez, quién consiguió escapar finalmente, el arresto de la Princesa de Ébolí, quien estuvo retenida junto a sus hijos tanto en la Torre de Pinto primero, como posteriormente en el Castillo de Santorcaz, hasta acabar en su palacio Ducal de Pastrana, recluida en la torre levante, con las ventanas enrejadas y expoliada de la custodia de sus bienes y sus sucesores.

El único contacto visual con el exterior que la princesa podía tener era a través de una de las ventanas durante una hora por las tardes, cuando podía asomarse a la Plaza Mayor y ver la vida pasar… Desde entonces la plaza fue rebautizada como la “Plaza de la Hora”.

Pastrana

La Princesa de Éboli falleció tras trece años de encierro. Sus restos descansan junto a los de su marido en la cripta de la colegiata de Pastrana. 

Pastrana

Numerosas hipótesis rodean los motivos por los que Felipe II, bien relacionado durante años con Los Príncipes de Éboli, pudiera haber sido tan cruel con el encierro de Doña Ana de Mendoza. En esos tiempos no estaba bien visto que una viuda rehiciera su vida, y aun menos con un hombre casado. Por otro lado, Antonio Pérez, hombre ambicioso disponía de información privilegiada y fue actor de maniobras sospechosas contra el Rey, y la vinculación con la princesa la convertía también en sospechosa. También se ha barajado el aprecio que tenía el monarca por los hijos nacidos del matrimonio de los duques de Pastrana, y el como pudo querer proteger sus bienes, dado que su madre no estaba resultando ser buena administradora. Si a eso le sumamos la leyenda de que quizá en algún momento Felipe II y Ana de Mendoza pudieran haber sido amantes y mil leyendas e historias más, este entramado queda abierto para historiadores, que desde diferentes interpretaciones aun no han podido encontrar una clara confirmación del por qué de determinadas actuaciones.

Pastrana

Pastrana en los años 60 fue declarado Conjunto-Histórico-Artístico. En su haber se encuentra el Palacio Ducal, que hoy pertenece a la Universidad de Alcalá, siendo el Observatorio de la Sostenibilidad. Tiene sus conventos, la colegiata de estilo gótico y renacentista terminada en el s.XVII que alberga una importante colección de tapices y que, en su coro, llego a tener unos cuarenta canónigos. 

Pastrana

Por otro lado, existen indicios para pensar que existió una sinagoga ubicada en donde hoy reposa una casona que tiene grabada en su fachada la estrella de David, así como otros detalles decorativos.  Adicionalmente, resalta La Fuente de los cuatro Caños del s.XVI que es una de las fuentes rurales más antiguas conocidas… 

Pastrana Fuente de los Cuatro Caños

Podemos continuar con la Casa de la Inquisición, el Palacio de Burgos, con el escudo de la familia perfectamente conservado en su fachada y, como no, aparte de sus monumentos varios, el paseo por sus callejuelas que con el tiempo, como la vida misma, van evolucionando aunque rezuman aroma a “Historia” y “pasado”, combinado con un presente vivo y más pausado que los enredos del s.XVI.

La Alcarria resuena en nuestra mente con el dulce sabor de su miel, la infinita vista a sus valles y lechos parcelados entre verdes, ocres, marrones… La Alcarria trae a nuestra memoria la ágil pluma de Camilo José Cela, tiene un sabor muy nuestro… Y Pastrana, capital de la comarca, nos enseña un eslabón más de la cadena que forma la Historia de España…

¿Tienes planes hoy?

Pastrana


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