En el verano de 2011 hicimos un gran descubrimiento del que ya hemos hablado en otras ocasiones. Nuestra escapada a los Pirineos Catalanes, estableciendo nuestro campamento base en Vielha, nos ofreció tantas sorpresas y un abanico de posibilidades tan amplio para disfrutar del tiempo de ocio, que no descartamos volver este año.
Hoy vamos a compartir una pequeña ruta circular bastante popular y de dificultad baja que no os dejará indiferente. Con tan solo 90 metros de desnivel y apenas 3 kilómetros podréis disfrutar de un paísaje de excepción. Un circo glaciar y una preciosa cascada son los dos grandes protagonistas. Iniciamos el paseo de La Cascada de Uelhs deth Joèu a Artiga de Lin en el Valle de Arán.
Se trata de un paseo apto para realizar por todos los públicos, solamente hay que tener ganas de llenarse la caja torácica de aire limpio y la mirada de paisajes bonitos.
Hay que dirigirse al municipio de Es Bordes, desde allí encontrareis la señalización para aproximarse con el vehículo hasta una zona donde se puede estacionar, si alguien desea ir andando desde el municipio se trata de unos 8 km más o menos.
Como comentábamos, esta mini-ruta es circular, nosotros la comenzamos desde la zona de la cascada. Desde el área de estacionamiento tan solo hay que descender unos metros para encontrar de forma accesible como brota el agua de la tierra marcando el nacimiento del rio Joeú.
La cascada de Uhels deth Jóeu resulta impresionante. Pocas veces se encuentra de una manera tan accesible algo similar. En los años 30, Norbert casteret, a través de un experimento vertiendo una especie de colorante inofensivo en el agua, descubrió que estas aguas provienen del glaciar del Aneto en el Valle del Bensaque (Huesca) y viajan subterráneas durante unos 4-5 km hasta aparecer con fuerza, casi como si fuera leche, justo en ese punto. Los caprichos de la naturaleza y sus fenómenos permiten que ocurran cosas como estas.
Frente a ella puedes permanecer tanto tiempo como desees, viendo y escuchando como el agua corre infinita. Luego solo hay que cruzar el puente y ascender por una especie de escalones hasta el sendero que marca el camino. La vegetación en esta parte es densa, se nota la humedad al respirar. Es tremendamente relajante encontrar en el mes de agosto paisajes así de verdes.
El paseo resulta gratificante, sin pendiente, el camino dirige hasta la Artiga de Lin, una pradera extensa rodeada por las montañas, que en el momento en el que aparece ante tu vista es un un lugar idílico y de ensueño. Imaginarlo con las cumbres nevadas hace que se presente como una postal en el pensamiento. Cualquier estación en este lugar debe ser perfecta.. el invierno con la nieve, la primavera con el deshielo, el verano con esos cielos intensos y el otoño en tonos rojizos.
Este es un lugar ideal para deleitarse, parar y dejarte embriagar por la naturaleza en todo su esplendor, respirar, extasiarse con un paraje como aquel, inmortalizarlo para cuando desde la distancia, un día como hoy podáis trasladaros con el recuerdo.
Rodeado de altas cumbres pirenaicas como Forcanada, Malh dera Artiga… esta pradera, en la que el tercer domingo de julio se celebra una romería, no es otra corsa que un circo que se convierte en una parada imprescindible si visitáis el Valle de Aran.
Una ruta sencilla, que no llega ni a ruta, prácticamente es un paseo, que permite acercarse a lugares especiales a senderistas y a personas que no acostumbran a adentrarse en la naturaleza, pero que a través de este camino circular podrán divisar paisajes que pocas veces están tan accesibles.
Desde allí y a pocos kilómetros, un montón de lugares más os esperan. De los Pirineos resultan parajes infinitos y que nosotros esperamos seguir descubriendo.