En el suroeste de la provincia de Burgos se encuentran tres localidades, separadas por pocos kilómetros, que reúnen un conjunto de característica tan completo, que te permitirán hacer una visita que no te defraudará.
Nosotros, que como ya hemos comentado anteriormente, somos residentes en Madrid, hicimos este itinerario en un solo día, pero para los que prefieran pasar noche y tomárselo con más calma, a poquísimos kilómetros está Burgos, donde podréis hacer noche y al día siguiente disfrutar de sus encantos.
El Triangulo de Arlanza lo componen tres localidades: Lerma, Covarrubias y Santo Domingo de Silos.
En esta ocasión nos vamos a centrar en Covarrubias, y próximamente abordaremos el resto, con algunas paradas en el Monasterio de San Pedro de Arlanza y el Desfiladero de Yecla.
Covarrubias reposa a la orilla del Rio Arlanza, su entramado de calles empedradas enamora a aquel que tiene el privilegio de poder pasear por ellas. Nacen a cada lado construcciones caracterizadas por una arquitectura típicamente castellana, de adobe y madera entremezclados, con toques medievales que hacen que el conjunto del lugar resulte muy sugerente.
Durante mucho tiempo fue una villa amurallada, de la que hoy quedan algunos restos de muralla que son suficientes para hacerse a la idea de las dimensiones de la misma. No ha sido simplemente el paso del tiempo el que la ha ido consumiendo y devorando, sino un hecho puntual que ocurrió a mediados del s. XVI, cuando la localidad fue sumida en una peste, y el médico de Felipe II, natural de Covarrubias, pensó que era necesario derruir las murallas para dejar que el viento entrara en la villa y arrastrara la enfermedad.
La provincia de Burgos se caracteriza por sus bajas temperaturas, nosotros realizamos esta pequeña escapada a finales de abril, y tuvimos la suerte de disfrutar de un día muy agradable, tanto, que hasta comimos en una terraza situada en la bonita plaza, a base de raciones de productos típicos de la zona, y unos vermúes. El cielo despejado estaba coronado por un sol de esos que dibujan los niños, al que solo le faltaban ojos y boca, y que nos permitía, aun mejor, observar el contraste de la villa con la naturaleza que la rodea, que en ese momento del año, estaba llena de vida.
Dicen de Covarrubias que es llamada la cuna de Castilla. Fue declarada conjunto Histórico-Artístico a mediados del siglo XX. Si bien ahora no tiene demasiados habitantes, históricamente llegó a ser la capital del primer Infantado de Castilla, y totalmente influyente en la zona.
Una vez allí, podréis encontrar algunos monumentos con las huellas de la historia impregnadas en ellos. Destaca como principal la Colegiata de San Cosme y San Damián, del siglo XV y estilo gótico. Un edificio que en algunas publicaciones tratan como de “pseudocatedral”. Personalmente, a nosotros nos pareció maravillosa.
En la Colegiata se encuentran más de 30 sepulcros, los más simbólicos los de Fernán González y su esposa Sancha.
El claustro, del siglo XVI, con ciertos toques renacentistas, alberga en su interior el sepulcro de la Infanta Cristina de Noruega cuya historia se envuelve de un halo romántico-dramático. Os adelantamos que se dice que murió de melancolía. Si os animáis a visitarlo, al lado de su tumba veréis que hay una campana. Pues manda la tradición que todas aquellas mujeres que hagan sonar la campana se garantizan contraer matrimonio. Frente a la portada de la colegiata se alza una escultura de la Infanta como homenaje.
Y de la visita sacareis algunos otros datos curiosos, aparte de innumerable información histórica y artística.
Otro exponente del municipio es el Torreón de Fernán González, una torre defensiva cuyo origen se fija en el s.X, rodeada por las muestras que quedan de lo que fue una muralla. En este punto, de nuevo, vuelven a florecer leyendas dramáticas de la Historia, ya que este es el lugar en el que se supone que Doña Urraca fue encerrada y emparedada por su padre. ¿Los motivos? Amores y desamores de ésta con un pastor.
La iglesia de Santo Tomás es otra de las construcciones que pueblan Covarrubias, una iglesia originaria del s.XII, pero de la que de esa época no queda casi nada. En su interior alberga una colección de retablos y una sorprendente escalera, de estilo plateresco, que resalta en su interior.
En la Plaza Mayor de la villa encontrareis el Ayuntamiento, alojado en lo que fue el Palacio de Fernán González, su entrada la dibuja un arco románico del s.XII. Dentro también hay una sala de exposiciones en lo que fue la bodega.
Gastronómicamente hablando, como comentábamos anteriormente, comimos en una terracita, pero alguien de la zona nos recomendó un restaurante típico para aquellos que les gusten los asados, concretamente el cordero, que es Casa Galín. Recalcamos que no hemos estado allí, así que no podemos dar una opinión personal sobre el lugar, pero lo dejamos por si alguno habéis ido, o lo queréis probar (Por lo visto, imprescindible reservar).
Mientras vuestras miradas se pierden entre los callejones estrechos, las casas y los monumentos de este lugar, os animamos a que al respirar sintáis el aire fresco de la zona, y que no perdáis detalle del entorno que rodea a la villa de ese verde intenso que huele a vida…
Covarrubias nos enamoró….
¿Tienes planes hoy?
jolines con lo cerca q estoy y no he ido nunca!!!! pero leerte me ha abierto el "apetito", este verano me acercaré x allí........ya tengo planes xa "hoy", jejejje!!!!
ResponderEliminar