¡Qué ilusión! Tras el recorrido por el distrito financiero el día anterior, amanecemos locos de contentos con nuestras expectativas para este día. Las cámaras, los mapas, todo preparado...
Cogemos el Metro, dirección Tribeca (estación Canal Street). Una vez allí, y con bastantes energías, decidimos que empezamos con las andanzas. Este es un barrio que anteriormente era industrial. Con la masificación que se fue produciendo en el Soho la población empezó a llegar aquí, ocupando esas vivienda características con escaleras de hierro, techos altos, estructuras industriales.
Robert de Niro aporta su grano de arena para impulsar aún más este barrio siendo residente en el mismo, inaugurando un restaurante (Nobu) y creando, junto con Jane Rosenthal, el Festival de Cine de Tribeca.
Este paseo resulta agradable y, a la tercera foto, rezumando inspiración por todos los poros de la piel con esos edificios, las cafeterías, los carteles antiguos en las fachadas… la batería de la cámara se queda k.o. No ha cargado correctamente y me encuentro mutilada. Por suerte cada uno llevamos una, aparte de la de video (que por cierto, tampoco cargó bien) y no nos quedamos sin testimonio gráfico.
Paseamos por unas y otras calles, sin buscar nada concreto, solo observando el entorno. Pasamos por el parque de Wahington Market y seguimos caminando.
Desde Tribeca llegamos a Chinatown. El motivo por el que continuamos este itinerario es que queremos llegar al Soho a comer.
Nos damos cuenta de que hemos llegado cuando todo, y cuando decimos todo, es todo, tiene carteles en chino (incluído el McDonals).
Caminamos por Bowery hasta que cogemos una de las callejuelas para adentrarnos más en el ajetreo asiático. Comercio variado, pescaderías, carnicerías, mercadillo callejero…
Durante el paseo salen en nuestra búsqueda para ofrecernos falsificaciones. No es un tema que nos llame la atención, y aún llamándonos, creemos que no habríamos comprado ninguna. Esto de seguir a un desconocido por callejones hasta un sótano, así, a priori, no nos emociona demasiado. Pero ese mercado existe y es abundante en el lugar.
Entre las calles, encontramos casi estrangulado Little Italy, una zona de la que no queda mucho, porque el barrio chino ha ido absorbiéndola. Aun así, encontramos algunos resquicios de la misma, la principal calle donde podéis disfrutar de locales italianos es Mulberry Street.
A este barrio es donde llegaron los inmigrantes italianos y donde, en su momento, también se encontraba la mafia italiana. Al pasear encontraréis restaurantes principalmente y algunas banderas italianas.
Caminamos a lo largo de Mullberry Street dirección hacia el Soho, en el paseo, buscamos la antigua Catedral de St. Patrick, que se encuentra en lo que actualmente se llama el barrio de Nolita (North of Little Italy). Este barrio cuenta con nuevas tiendas y ha intentado incorporarse a lo que es el Soho.
Construida a principios del s. XIX y reconstruida en 1865 tras un incendio, la antigua Catedral de St Patrick, hoy, es una basílica e iglesia parroquial. Hizo la función de Catedral hasta la construcción (1879) de la nueva situada en la 5ª Av, y de la que ya os hablamos aquí anteriormente. Como curiosidad para los cinéfilos, aquí fue, en la vida real, monaguillo Martin Scorsese y se rodó en los interiores la escena del bautismo de la película de El Padrino.
Antes de comer llegamos al Soho. El famoso y popular barrio de Manhattan. El Soho es uno de esos barrios reinventados que, en los devenires de la Historia, ha pasado por inestabilidades varias y se ha reconvertido de una forma especialmente llamativa. Una de las cosas visuales que identifica este barrio es la cantidad de edificios con hierro en su haber. Las arquitectura de sus fachadas, las escaleras, ventanas, su verticalidad, hace de este lugar un sitio muy especial.
Durante años, en el Soho, la actividad fue industrial, estos edificios albergaban fábricas e industria varia, donde principalmente trabajaban inmigrantes europeos. Con el tiempo muchos fueron quedando vacíos. Y con el vacío, como ha pasado en otros tantos lugares, llegó la dejadez. Las fechas de mayor decadencia del lugar estaban en torno a los años 60.
Mucha gente se mostró contraria a la demolición de estos edificios. Construidos en hierro colado por ser más baratos que la piedra. Así, los edificios industriales se convirtieron en lofts, espacios diáfanos, y el barrio, en inspiración, atrayendo a artistas y, con ello, a galerías de arte, a gente acaudalada, tiendas, comercio, exclusividad. El Soho, en unos años, pasó a ser un destino chic, bohemio y cotizado. De ahí nació el resurgir de Tribeca, como os contábamos antes, de la dificultad de absorber tanta gente y, sobre todo, como respiro a todos aquellos que no podían pagar los precios derivados de la revalorización del terreno en el Soho.
Este barrio se delimita entre las siguientes calles. Por un lado, de Canal Street a W. Houston. y por el otro de W. Broadway a Crosby Street.
Paseando por este barrio, el tiempo volará, preciosos comercios, moda vintage, escaparates delicados, cafeterias, bares, restaurantes. Edificios singulares, como el de Singer.
Llevábamos un restaurante apuntado. Hasta la fecha, en pocas comidas habíamos necesitado hacer un uso intenso de los cubiertos, así que, sentarnos en una mesa, con nuestros cubiertos y unos ricos platos algo más elaborados, fue totalmente reconstituyente. El lugar elegido fue Balthazar, bistró clásico en la zona ubicado en 80 Spring St.
No nos defraudó, comimos carne y pasta. Y la verdad es que estaba bastante bien, tampoco os vamos a decir que haya quedado en nuestra mente como algo inolvidable gastronómicamente hablando, pero el ambiente nos pareció estupendo. Como pega es que es un lugar donde las mesas están bastante juntas.
Tras retomar fuerzas, y reconciliarnos con el cuchillo y tenedor, continuamos la marcha. Ahora, la dirección que tomamos es Greenwich Village.
Esta zona se caracteriza por ser un barrio con “vida de barrio”, que posee algunos lugares emblemáticos. Nosotros hicimos una pequeña inmersión en él, y algunas zonas como el Washington Park se nos quedaron pendientes.
Paseando por sus calles se encuentran multitud de pequeños comercios que alimentan una vida tranquila.
Esta zona de Manhattan, tiempo atrás, era una zona independiente que ha acabado siendo adherida. Además, del pequeño comercio que os comentamos, destacan los clubs nocturnos de música donde tocaron artistas como Bon Dylan, entre otros. Nosotros, días después, haríamos una incursión al Café Wha, un local abierto en los 50, para escuchar música en directo, sito en este barrio y de gran popularidad, ya que artistas como Bruce Springteen han actuado aquí. Ya os comentaremos la experiencia, altamente recomendable.
Aquí, en Greenwich Village, además, se ha producido una gran defensa por los derechos de la homosexualidad. Un lugar emblemático es The Stonewall Inn (Christopher Street 51 y 53) donde, en 1969, se produjo un movimiento de liberación que ha pasado a la Historia, hasta el punto de estar incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
Nuestra dirección nos lleva a la 8ª Av., vamos en busca de una zona que está comenzando su reconversión,el Meatpacking District. Habíamos leído que se trataba de una reinvención del lugar donde se encontraban los antiguos mataderos en Manhattan. Un barrio peligroso, y que ahora conformaba un barrio con encanto. Otra de esas zonas que habían dado un giro de 180 grados desde su origen. La estación de Metro es la que te deja en la calle 14.
Íbamos caminando y, por más que lo llevábamos todo anotado, no conseguimos llegar. Sí, esos bloggers imperfectos, que no solo viajan a Nueva York y se dejan el Flatiron, sino que se les echa la noche encima y no encuentran el Meatipacking District. Así que nos damos un buen paseo, más perdidos que otra cosa, y acabamos en el Metro volviendo a las inmediaciones del hotel.
Esa noche decidimos cenar en el Ellen Stardust, ubicado en la zona de Broadway, cerca de Times Square. Este local de comida americana tiene la peculiaridad, aparte de su decoración de los años 50, que sus camareros interpretan de forma constante actuaciones musicales en directo. Se meten entre las mesas, se suben en las barras y el ambiente es totalmente informal y animado. De nuevo, eso sí, es casi como comer en mesas corridas. Ahi, te sientas y rozas codo con codo a los comensales de al lado. Lo pasamos genial…
¿Estaba buena la comida? La verdad que no nos acordamos, fue algo secundario, primó el espectáculo.
Antes de retirarnos al Hotel del Terror, nos damos un paseo por Broadway, un paseo tranquilo, entre carteles de musicales, obras de teatro y un ambiente incesante que parece que nunca quiere acabar.
Disculpad, pero lo de bloggers imperfectos es más por la puntuación que por otra cosa. Por favor, las comas y los puntos tienen un fin y unas normas para utilizarse. Hacéis muy difícil la lectura, ya que hay que ir descifrando qué queréis decir.
ResponderEliminarHola Anónimo,
ResponderEliminarNos encanta que nos dejen comentarios. Así que lo primero agradecerte que lo hayas hecho.
Intentamos mejorar, y si nos permites, con la misma confianza con la que tú nos expresas tu opinión acerca de nuestro texto, te comento que hubiéramos agradecido un "tono constructivo" en el mensaje además de unas formas más cordiales...
Independientemente del tono, te agradecemos tu opinión, haremos un repaso a todo el texto. Nos consta que es una entrada con bastantes "incisos explicativos" y, quizá el hecho de abusar de ellos, puede complicar la lectura.
Un saludo, ;-)
Hola.
ResponderEliminarEl tono viene acorde a la ofensa. Me explico: con la cantidad de (buenos) periodistas que hay en paro, este intrusismo laboral, que lo es, es sangrante y ofensivo. Por tanto, lo mínimo que podíais hacer es tratar con respeto al idioma y pasar el corrector ortográfico del Word.
Por otra parte, por mucho que repaséis, si no sabes que "aparte" es una palabra y no dos, ya puedes repasar cien mil veces, que no vas a detectar el fallo. Igual sucede con los signos de puntuación: no sé q a qué viene la manía de separar sujeto y predicado con una coma...
Saludos ;)
Buenos días Anónimo:
EliminarLa educación y las formas van en la persona. Rara vez tienen que ver con la ofensa (opinión personal).
Según tu explicación la ofensa está relacionada con el intrusismo profesional "sangrante y ofensivo" por nuestra parte.
Definición de intrusismo de la DLE:
Ejercicio de actividades profesionales por persona no autorizada para ello. Puede constituir delito.
No sé qué te ha hecho pensar que este blog tiene algo que ver con el intrusismo. Desconocía que narrar experiencias personales, no remuneradas (en caso contrario también podríamos discutirlo) y en un lugar propio, fuera patrimonio del periodismo. Aparte, no sé qué entiendes tú por actividad profesional. No está bien ir culpabilizando al primero que se cruza en el camino de un problema tan grave como es el intrusismo y más cuando no guarda relación alguna. Hay que canalizar mejor la frustración.
El idioma lo intentamos tratar con respeto tanto para escribir como para hablar. También intentamos utilizarlo adecuadamente para dar sentido a lo que queremos transmitir y llamar las cosas por su nombre, por ejemplo intrusismo a lo que es intrusismo, etc. Lo que no quiere decir que no nos equivoquemos, y mucho...
La equivocación no implica falta de respeto. Se nos pueden pasar cosas por alto y, por supuesto, tenemos nuestras limitaciones pero intentamos que cada vez sean menos. No somos periodistas, no somos fotógrafos y simplemente relatamos lo mejor que sabemos nuestras experiencias viajeras por si a alguien le pueden interesar y ser de utilidad. Esa es toda nuestra pretensión. Y te aseguro que no nos gusta nada cometer errores graves en la escritura.
Hay mil motivos para que salgan erratas en un texto y no todas están vinculadas al "no saber", aunque haya muchas cosas que no sepamos (esperamos que cada vez sean menos).
Un saludo, ;)